Las zonas turísticas de la playa Revolcadero, en la Zona Diamante de Acapulco, quedaron devastadas tras el paso del huracán John, que afectó gravemente la región entre el 23 y el 27 de septiembre. El huracán causó inundaciones severas al desbordarse el río La Sabana y la Laguna de Tres Palos, lo que también provocó que la laguna Negra de Puerto Marqués se saliera de su cauce, arrasando con el acceso principal a la playa y destruyendo decenas de restaurantes, locales de comida y ventas de artesanías.
Para ingresar a la playa, ahora se debe cruzar sobre grandes bloques de concreto, entre postes caídos, cables enredados, raíces de palmeras y aguas mezcladas de laguna y mar. Algunos lugareños intentan pescar en lo que antes era un área comercial y turística activa, mientras otros se adaptan a la situación en la zona afectada.
Una vendedora local explicó que las lluvias causaron más estragos que el huracán Otis del 2023, y ahora los habitantes intentan recuperar lo poco que quedó para empezar de nuevo. Los concesionarios de la playa pidieron la intervención del gobierno, exigiendo un plan de remodelación integral, bajo el nombre Playa Revolcadero Brilla, para recuperar la zona afectada.
Concesionarios de la playa, describieron cómo las inundaciones arrasaron con mesas, sillas y sombrillas, 45 establecimientos colapsaron por la potencia del huracán. Fernanda Méndez Carmona, secretaria de la Unión de Concesionarios, señaló que ninguna autoridad ha brindado apoyo, y enfatizó que todas las fuentes de trabajo están destruidas, afectando a unas 800 familias.
Los afectados solicitan la atención del gobierno, en particular de la presidenta Claudia Sheinbaum, y recalcan que, tras los daños provocados por Otis, ahora enfrentan una situación aún más grave que podría tardar dos años en resolverse, si es que las reparaciones comienzan pronto.
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