Un juez ha sentenciado que Axel Rudakubana, de 17 años, sospechoso de perpetrar un ataque contra niños en Southport, deberá permanecer detenido. El ataque con cuchillo del que se le acusa ocurrió el lunes durante una clase de baile en Southport, en el norte de Inglaterra, resultando en la muerte de tres niñas y dejando heridos a otros ocho menores y dos adultos.
Rudakubana llegó al tribunal de Liverpool el jueves bajo escolta policial. Vestido con ropa gris, sonrió a los numerosos periodistas presentes en la audiencia, durante la cual permaneció en silencio. Al término de la sesión, de cinco minutos, el juez decidió ponerlo en detención provisional en un establecimiento para menores, tras su inculpación el miércoles por el asesinato de tres niñas y 10 intentos de asesinato.
El ataque, que se produjo en un contexto de recrudecimiento de la violencia con arma blanca en el país, ha atizado el enfado de una parte de la población y desencadenado una ola de violencias en algunas ciudades, impulsadas por rumores no verificados sobre la identidad y la religión del sospechoso.
Durante los enfrentamientos que estallaron en Southport el martes, los manifestantes atacaron una mezquita e hirieron a más de 50 policías. La policía describió a los manifestantes como seguidores del movimiento de extrema derecha English Defence League (EDL).
En Londres, varios cientos de personas se manifestaron frente a Downing Street, la residencia oficial del primer ministro. Más de 100 personas fueron detenidas, según informó la policía.
El primer ministro, el laborista Keir Starmer, convocó el jueves una reunión de urgencia con los responsables del cuerpo armado y prometió una respuesta más contundente ante las violencias atribuidas a antiinmigrantes. Starmer subrayó la necesidad de abordar tanto la violencia con armas blancas como las reacciones violentas que han surgido en su estela, enfatizando la importancia de mantener la cohesión social y la seguridad en el país.
La situación sigue siendo tensa, y las autoridades están trabajando para calmar las tensiones mientras investigan más a fondo los detalles del ataque y los motivos del sospechoso.
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