El periodista asegura que Sheinbaum tendrá las herramientas necesarias cuando tome el poder para poder gobernar como quiera, y no como AMLO le indique.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)no quiere dejar a Claudia Sheinbaum gobernar, ni que tome sus propias decisiones ni asuma las consecuencias de ellas. El mandatario nacional, con su enorme poder político, orilló a Sheinbaum a aceptar un paquete de reformas, incluyendo la que cambia al Poder Judicial, que van a delinear su gobierno, o incluso, a dejarlo intencionalmente desacreditado y desprestigiado.
Así lo asegura el periodistaCarlos Loret de Mola en su columna Historias de reportero de este miércoles, titulada Si Claudia quisiera…
En ella, Loret expone que AMLO no ha dejado margen de maniobra a Sheinbaum, y ya amenazó con ejercer “su derecho a disentir” desde su rancho, en Palenque, Chiapas, si algo no le gusta. Loret asegura que es tal el poder del presidente y su control sobre Morena, que parecería que le basta un tuit para desestabilizar a la próxima presidenta si ella se sale del redil. Según el periodista, si la próxima presidenta de México quisiera, podría sacudirse a López Obrador. Señala que, el próximo 1 de octubre, cuando asuma la presidencia, va a tener las herramientas, pues, de entrada, recibirá la lealtad del Ejército mexicano. También podrá tomar el control de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Además se le alineará la Fiscalía General de la República (FGR), y si se siente amenazada por AMLO, bastará con abrir una investigación sobre sus hijos y usarla como instrumento de presión. “Los elementos están a la mano: grabaciones, documentos. Le puede plantear a López Obrador un trato: yo respeto tu lugar en la historia y mantengo a tus hijos impunes, pero tú no mueves un dedo en mi contra y me dejas gobernar”, señala el periodista.
Sin embargo, Loret de Mola dice que no le da la impresión de que Sheinbaum quiera hacer algo así. Explica que a pesar de que AMLO no la quiere dejar gobernar, ella se ve muy cómoda con ese rol. Expone que el mandatario le dio la candidatura, le hizo la campaña, le ganó “arrolladoramente” la elección, y le está dejando el plan de gobierno a implementar.
A cambio de eso, Sheinbaum recibirá la banda presidencial, podrá presumir para la historia ser la primera mujer presidenta de México, y sobre todo, ha recibido y seguirá recibindo la protección política del invaluable “teflón presidencial”. Mientras guarde lealtad, ella sabe que AMLO puede salir a poner el “pecho a las balas” si las cosas se complican, pues así lo ha hecho en todas las crisis y les ha salido bien.
“¿Qué tipo de presidenta quiere ser Claudia Sheinbaum? Empiezan las señales”, concluye Loret de Mola.
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