Con la llegada del invierno, el fin de año y Año Nuevo, se pone a prueba nuestro sistema inmunitario y no es porque los fríos nos enfermen, sino porque se propician corrientes de aire helado y la propagación de más virus que afectan la salud, informó el médico epidemiólogo, José Roberto Castillo Luna, coordinador de Información y Análisis Estratégico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala.
Detalló que las mucosas respiratorias albergan una serie de vellosidades llamados cilios, que contribuyen a capturar y desechar partículas diminutas, bacterias y gérmenes. Al bajar la temperatura, los cilios se constriñen, entorpeciéndose las barreras mecánicas de defensa del cuerpo, entonces todo lo que respiramos entra directamente, y se va acumulando hasta llegar a causar una enfermedad.
El sistema inmune es el batallón de defensa en nuestro cuerpo, y se encarga de protegerlo contra los virus, bacterias, parásitos, hongos y hasta de las células con variaciones como las del cáncer o las de las alergias, su debilitamiento es multifactorial, con sus excepciones, como cuando un agente infeccioso es por sí mismo suficientemente potente para causar una enfermedad.
“El debilitamiento del sistema inmunitario por diabetes, VIH y otras enfermedades crónicas transmisibles o no transmisibles, así como por el sedentarismo, merman su eficacia, pero si además se acompaña de estrés, puede producir inflamación y alteraciones, lo que distrae al sistema inmune, y es el momento que aprovechan las infecciones para afectarnos”, puntualizó el coordinador.
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