Hay quienes sienten que necesitan ser cuidadas y protegidas por los demás. Son esas personas las que dan sentido a sus vidas
Se conoce como síndrome de la cenicienta a una serie de características en la forma de relacionarse de algunas personas. De manera tradicional se ha atribuido a mujeres que son dependientes de sus parejas emocional y económicamente, y se trata del deseo inconsciente de ser querida y cuidada en todo momento, pero a día de hoy no solo les ocurre a las mujeres… «A día de hoy, podemos encontrar pensamientos de dependencia parecidos tanto en hombres como en mujeres», indica la psicóloga Laura Fuster.
Características del síndrome
En su origen, Collete Downing, según cuenta la experta, escribió el libro que da nombre a este síndrome orientado sobre todo a mujeres. Se adaptó a la figura de Cenicienta porque la mayoría de princesas de los cuentos infantiles son mujeres dependientes que necesitan a un hombre para ser salvadas y tener una vida con sentido. Vaya, todo lo contrario a lo que se lleva años intentando cambiar y que se va por buen camino.
Tal como cuenta Laura Fuster, estas son las características principales de este síndrome:
- Dependencia.
- Deseo de ser cuidada, servida y rescatada.
- Idealización de la otra persona.
- Baja autoestima.
- Miedo a enfrentar nuevos retos o situaciones (salir de la zona de confort).
- Certeza de que cuando aparece alguien en tu vida esta tiene más sentido.
Al parecer, Laura Fuster lo define como «aquellas personas que intentan llenar un vacío mediante la relación con otro individuo», generalmente una relación amorosa o romántica: «Tras este patrón se esconde un miedo a la independencia y la idea de que el otro resolverá sus miedos y sus problemas. Es decir, ‘tener a alguien’ te salva de tus vacíos».
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